Este singular objeto parece haber servido de tapa por carecer de fondo. Las paredes gruesas presentan un par de perforaciones en los tres lados laterales sin adornos. En el frente, la decoración consiste en una gran cara humana que ocupa todo el espacio con los ojos y la boca alargados, formados por un pastillaje aplanado y rodeado por un filete. La nariz modelada es aquilina, con una suerte de moño en el entrecejo.
Sobresale lo que parece ser una gran lágrima debajo de cada ojo. Es ese elemento similar a la manera de representar las lágrimas en los códices el que nos ofrece una débil pista sobre el origen de esa pieza enigmática. ¿Qué cubría esa caja y por qué las lágrimas y el llanto expresado además por la boca bien abierta? ¿Para qué los orificios, acaso para dejar pasar el humo de un incensario? Preguntas ya sin respuestas posibles.