Los tarascos también conocidos como purépechas, nombre en su lengua, fueron el principal pueblo que practicó la elaboración de objetos con metales en Mesoamérica. Dentro de su zona de dominio había abundantes yacimientos de cobre, a la vez que utilizaban la técnica de aleaciones de cobre como bronce (cobre-estaño o cobre-arsénico) para producir herramientas y ornamentos. La técnica metalúrgica fue introducida por regiones del Centro y Sudamérica como Ecuador y Colombia.
El hacha fue producida por fundición y martillado; una vez fundido el metal, se vierte en un molde en forma de barra rectangular y luego, para producir el filo, se le martilla en frío en un extremo del lado corto. De esta manera se obtiene un filo agudo y resistente al desgaste. En la región purépecha es un método muy común para producir objetos metálicos.
Los tarascos, por lo general, utilizaban el cobre para la elaboración de adornos mientras que el bronce lo destinaban para la producción de herramientas por su alta dureza. Las hachas de cobre fueron usadas como moneda para intercambio comercial.