Es factible identificar esta figura como femenina por los senos resaltados y porque arriba de la cabeza lleva una olla; el primero es un atributo anatómico y el segundo cultural. Está desnuda y a la vez ornamentada; presenta un tocado de banda que parece sobreponerse a una corta cabellera; las orejeras circulares tienen líneas incisas que tal vez indiquen conjuntos de argollas; asimismo, porta un collar con pectoral rectangular.
Sorprende la minuciosa factura de esta pequeña imagen: es un bloque rectangular aplanado con la parte frontal trabajada en grabado y bajorrelieve. La nariz sobresale sutilmente, la dentadura se ve de distinta coloración y es factible que cada diente sea una minúscula incrustación de piedra fina gris; los dedos de manos y pies están incisos; siguiendo la forma cerrada, los brazos se posan sobre el cuerpo y las piernas se extienden verticalmente.
El color naranja es distintivo de la concha del Spondylus, un género marino de moluscos bivalvo o pelecípodo con espinas exteriores en las valvas; en su coloración destaca el naranja en diversas tonalidades. En Mesoamérica esta concha se encuentra en el océano Pacífico y en el Caribe; sobresalen las especies Princeps y Calcifer; la profundidad promedio en la que se hallan es de tres a cinco metros. Fue empleada en rituales y como un bien de prestigio; de modo implícito atestigua una industria especializada y, en lo particular, su presencia en sitios alejados de las costas pone en evidencia las complejas redes sociales de intercambio de productos y materiales.
Numerosos objetos de joyería fueron elaborados con la valva del Spondylus; nuestra pieza no presenta alguna perforación que indique que se trate de un pendiente. Cabe la posibilidad de que haya sido elaborada en el marco de la cultura de las tumbas de tiro, cuyo asiento tuvo lugar en el Occidente mesoamericano entre el 300 a.C. y el 600 d.C.; piezas similares en cuanto a forma y materialidad fueron ofrendadas a los muertos de elevada jerarquía social en ese tipo de recintos funerarios; en cerámica algunas esculturas femeninas portan ollitas sobre la cabeza, de manera similar a esta imagen en concha.