Los objetos que a continuación se describe son dos figurillas antropomorfas. Las piezas son sumamente interesantes pues probablemente una de ellas representa a un personaje con algún tipo de deformidad, quizás un anciano y la otra porta en su cabeza un notable tocado cónico.
Los artefactos fueron elaborados en un tipo de arcilla con tonalidad café claro amarillento, con desgrasante de tipo mineral, perceptible a la vista. Sobre el cuerpo de ambos se aprecian algunos rastros de pintura roja colocada post-cocción.
Se encuentra en una posición erguida y con un evidente encorvamiento, tiene representada su boca, ojos de tipo “grano de café” y de manera prominente su nariz. Sobre su cabeza uno de ellos presenta un notable tocado de bandas a manera de turbante y orejeras circulares en sus orejas. Sus piernas no están representadas de forma simétrica, lo que denota como ya se mencionó a un personaje deforme o de edad avanzada. El otro personaje muestra igualmente ojos “tipo grano de café”, nariz pronunciada y orejearas circulares.
Estas piezas por su morfología, elementos y tipo de barro corresponden a la tradición cerámica del periodo preclásico (1400 a.C. - 100 d.C.) del sitio de Ticomán. Ubicado dentro de los límites políticos de la Ciudad de México, Ticomán constituyó un enclave importante dentro del desarrollo cultural de la Cuenca de México durante el último milenio previo a la era cristiana.
Dicho asentamiento que ha sido investigado desde las primeras décadas del siglo XX nos ha permitido comprender el largo desarrollo histórico de la cuenca y algunos de los primeros desarrollos sedentarios del universo cultural mesoamericano.
Los artefactos aquí analizados son sugerentes porque muestra un aspecto relativamente poco visto, pero no por ello menos importante en la plástica mesoamericana: la vejez y el cuerpo deforme de las personas. Estos aspectos que en diversas fuentes se puede investigar (arqueológicas e históricas) muestran la importancia que las sociedades del México antiguo atribuían a los ancianos como depositarios de experiencias de vida, sabiduría y autoridad social. Múltiples narraciones y relatos tienen como protagonistas a ancianos y deformes
Para el caso de estas piezas en conjunto se observa que por sus notables atavíos y elementos plásticos estas personas eran personajes distinguidos, con una posición social destacada dentro del asentamiento preclásico de Ticomán. Esto evidencia en cierto sentido que las malformidades del cuerpo eran concebidas, quizás, como un tipo de distintivo, que le dotaban a las personas de un halo mítico y sobrenatural que resaltaba su posición en el imaginario colectivo.
Vejez, deformidad y los atavíos de tal forma se combinaban en un conjunto que dotaba al individuo de una significación distinta al resto de la población y probablemente destacable en el ámbito de la vida social del universo cultural mesoamericano.