• Visita

    Planea tu visita

    Lineamientos

    Visitas Guiadas

    Descubre Puebla

  • Exposiciones

    El México Antiguo

    Salas de Arte Virreinal

    Temporales

    • Pasadas
    • Presentes
    • Próximas
  • actividades

    Presenciales

    En línea

    Visitas Guiadas

  • En línea

    Amparo Online

    Publicaciones Digitales

    Recorridos Virtuales

  • Aprende

    Niños

    • Tutoriales
    • Cuadernillos para iluminar
    • Cuadernillos de actividades
    • Cuentos para niños
    • Cápsulas para niños

    Publicaciones

    Podcast

    Programa Escolar

    Vinculación Universitaria

    Videos

  • Servicios

    Terraza

    Tienda del museo

    Biblioteca

    Café del museo

    Renta de espacios

  • El Amparo

    Acerca de

    Nuestros Fundadores

    Historia de los edificios

    Artistas y colaboradores

    • Ponentes
    • Investigadores
    • Artistas

    Contacto

    • Prensa
    • Bolsa de trabajo
    • Suscríbete al Boletín
      Al suscribirte recibirás información de los eventos y exposiciones del Museo Amparo.
    • Servicio social y voluntariado
    • Formulario de contacto

ES

  /  

EN

Horario

Miércoles a lunes de

10:00 a 18:00 h

Rostro humano con el cabello anudado (fragmento) | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla

Rostro humano con el cabello anudado (fragmento)

<
Cultura Desconocida
Región Desconocida
Período Clásico
Año 200-900 d.C.
Técnica

Barro modelado con decoración incisa

Medidas 14.5   x 11.3  x 11.3  cm
Ubicación Sala 3. Cuerpos, rostros, personas
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 1214
Investigador
  • Arturo Pascual Soto

El centro de Veracruz, la llanura costera del Golfo de México, produjo en época prehispánica ejemplos extraordinarios de alfarería. Promovidos por la falta de piedra en la región, se elaboraron grandes piezas de barro destinadas a suplir el lugar de las esculturas. La cuenca del río Papaloapan, pero en realidad una parte importante del actual territorio veracruzano, fue asiento de múltiples talleres de artesanos que dieron forma a un arte cerámico de características verdaderamente únicas en Mesoamérica.

Aunque ciertamente comparten normas estilísticas que las vinculan en el tiempo, también es posible observar un campo fértil para la experimentación plástica, para la introducción de temas nuevos que hacen de su conjunto una de las expresiones artísticas más importantes del México antiguo. Es justo su distinta naturaleza, por supuesto también su asombrosa belleza, la que ha hecho de todas ellas presa del saqueo arqueológico; llegaron a ser tan populares en el mercado que inclusive se les reprodujo con gran maestría, usando el mismo barro y las técnicas antiguas de elaboración; varios museos que en su momento adquirieron piezas del centro de Veracruz, muchos de ellos en el extranjero, todavía exhiben en sus salas objetos falsos, espléndidas reproducciones que pasan por antigüedades.

Los canales de venta eran los mismos utilizados por los traficantes de piezas, se ofrecían como auténticas y muchas de ellas inclusive fueron intencionalmente rotas o enterradas en suelos ácidos para hacerlas aparentar como prehispánicas. No siempre es sencillo distinguir entre ellas, las hay verdaderamente iguales, elaboradas no sólo con un inmejorable manejo técnico del barro y de los hornos, sino que son perfectas incluso a nivel de la lógica simbólica del pasado y de las tradiciones estilísticas de la antigua alfarería veracruzana.

Todo lo anterior no es para decir que la figura que ahora es de nuestro interés es una falsificación, el problema es en realidad que se trata de una pieza que no corresponde con los modelos de representación más difundidos en época prehispánica. Falsa o antigua, el barro de la que está hecha procede de Veracruz. Es posible observar que la cabeza se encuentra rota a la altura del cuello como si alguna vez hubiera tenido cuerpo; el que esté quebrada no es en este caso garantía de su probada antigüedad.

Los rasgos de la cara, por otro lado, son francamente extraños. Ojos, nariz y boca intentan alinearse con normas estilísticas que son más del Formativo, pero el nivel de cocción, prácticamente un re-cocimiento similar al de los ladrillos modernos, sólo se alcanzó en el México antiguo hasta bien entrado el período Clásico. Además, la construcción del tocado, este arreglo del cabello que busca elevarse sobre la cabeza sujeto por una cinta, es algo que más distingue a las figurillas huastecas que a las piezas elaboradas en el centro de Veracruz; si observamos con cuidado, en mi opinión las incisiones del cabello podrían haberse hecho con un instrumento muy fino de metal a juzgar por la manera en la que se desplazó el barro. Los huecos de los ojos no sólo fueron realizados con el mismo instrumento sino que no sería extraño que también hubiera sido de metal. Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, no es posible desacreditar de manera concluyente su origen prehispánico.

 

Rep. Aut. I.N.A.H.

2 Sur 708, Centro Histórico,

Puebla, Pue., México 72000

Tel +52 (222) 229 3850

Abierto de miércoles a lunes de

10:00 a 18:00 h

Visita
Planea tu visita Lineamientos Actividades Recorridos guiados Descubre Puebla
Exposiciones
El México Antiguo Salas de Arte Virreinal Colección de Arte Contemporáneo Temporales
En línea
Actividades Libros digitales Recorridos virtuales
Aprende
Niños Publicaciones Podcast Programa Escolar Vinculación Universitaria Videos
Servicios
Terraza Tienda en Línea Biblioteca Café del Museo Renta de espacios
El Amparo
Acerca de Nuestros Fundadores Historia de los edificios Artistas y colaboradores
Contacto
Prensa Colabora con nosotros Boletín Contacto
Términos y condiciones
Políticas de privacidad
Licencia Creative Commons

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional