En este video a tres canales, se observa a una banda de guerra integrada por adolescentes seguir instrucciones al tiempo que recorren diferentes sitios del centro y norte de la Ciudad de México: su escuela ubicada en Santa María la Ribera, la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, el Monumento a la Revolución y Fórum Buenavista, edificio que fuera una importante estación de ferrocarril y que actualmente aloja, de manera simultánea, un centro comercial de gran escala y la terminal del Tren Suburbano.
La obra es resultado de un largo proceso de trabajo comisionado por inSite/Casa Gallina, proyecto cultural centrado en la vida comunitaria de Santa María la Ribera. Con el acompañamiento curatorial de Osvaldo Sánchez y Josefa Ortega, entre 2014 y 2015 el artista colaboró con un grupo de jóvenes, integrantes de la Banda de Guerra Lobos, a partir de nociones de experimentación sonora, coreográfica y de vestuario, además de una revisión de la historia de las bandas de guerra. Durante ese periodo, invitó a profesionales en dichos campos, para finalmente organizar en conjunto con los estudiantes cuatro performances que fueron grabados en las cuatro sedes, las cuales destacan por su importancia histórica o por su relevancia afectiva para los participantes. En el video resultante, se contraponen el recorrido de los jóvenes, así como los sonidos de sus cornetas y tambores, con las imágenes literales y crudas de una manada de lobos que cazan y devoran a una presa. En el montaje, se incorpora el sonido de un frenético violín, cuyo ritmo va marcando el camino de los adolescentes por las diferentes locaciones; por ejemplo, en la desconcertante manera en que irrumpen con su interpretación en el espacio público/privado del centro comercial.
Como ha planteado la curadora Josefa Ortega, “el cuerpo de cada uno de ellos se convirtió en vehículo de enunciación política, donde podían reconocerse voces individuales, pero también parte de un colectivo capaz de reproducir o cuestionar al sistema maquínico y sus fisuras”. Desde esa perspectiva, resulta de interés tener en cuenta la insistencia con la que el artista acude a la formación de cuerpos colectivos, para interrogar las diversas problemáticas sociales y culturales reflejadas en ellos, como en los casos de los proyectos Aspirantes (2015) y I am the future (2015).
El mencionado orden maquínico resulta una clave fundamental para aproximarse a esta obra. En primera instancia, los cuatro temas que guiaron los performances de la banda –cuerpo, educación, historia y estructura estética– se integraron a manera de engranajes para analizar la articulación de la identidad social a partir del sistema pedagógico nacional. A partir de ello, para realizar la edición del video, así como para concebir su disposición en el espacio de exhibición, el artista realizó una partitura o esquema en el que dispuso todas las partes como engranajes de una gran máquina encargada de producir en el espectador una sensación de desbordamiento: como los cuerpos rebasados por la potencia de las máquinas de guerra.
A propósito del título La rueda no se parece a una pierna, el artista ha explicado que proviene de una cita donde el escritor Guillaume Apollinaire se refirió por primera vez al surrealismo: “Cuando el hombre quiso imitar su acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. De la misma manera llegó al surrealismo sin darse cuenta”. A partir de esa referencia, indica Meyenberg, “aludiendo a la relación entre el cuerpo -la pierna- y la máquina -la rueda-, el proyecto recupera el lenguaje estético de las vanguardias y asume la postura surrealista ante la máquina: ya no como una herramienta de progreso, sino como un instrumento de muerte tras la violencia experimentada durante la Primera Guerra Mundial”.
CGV- enero, 2021
Referencias:
https://www.youtube.com/watch?v=Zj_nL-Dwv18
https://www.youtube.com/watch?v=fjC06bNax-8
http://erickmeyenberg.com/la-rueda-no-se-parece-a-una-pierna
https://insiteart.org/people/erick-meyenberg