Esta cabeza pertenece al grupo de figurillas macizas y pequeñas que se hicieron en el Preclásico en localidades en las que también se elaboraban ya piezas huecas, generalmente más naturalistas y más detalladas. Por su semejanza con otras figuras, podemos suponer que a esta cabeza le correspondió un cuerpo femenino.
En el repertorio de las figuras macizas y pequeñas del Preclásico predominan notablemente las representaciones femeninas, aunque no son exclusivas. Y también son predominantes dentro de ese grupo las representaciones de anatomías esquemáticas, y rostros estereotipados según determinadas convenciones de cada subestilo. Esta pieza corresponde con el tipo que Niederberger clasificó con el nombre “Pilli”. Son figuras que suelen presentar deformación craneana; son un tanto planas vistas de perfil; tienen orejas grandes y alargadas, pero no siempre exhiben claramente orejeras. Lo más característico son los ojos realizados “con incisiones muy precisas que dejan, a manera de pupila, una estrecha banda central en relieve”. Efectivamente, como puede verse en nuestra pieza, los ojos están realizados con una incisión muy precisa, que se interrumpe al llegar a la zona central y continúa, dejando así ese ligero puentecillo para indicar la pupila (según lo explica Niederberger) o acaso la zona del iris en general.
El engobe que tuvo esta pieza debe haber sido más bien pobre, muy diluido, de manera que ha aflorado el color subyacente del barro, naranja en este caso. Sin embargo, al observar la pieza detenidamente podemos notar restos del engobe base, de color más bien blanco: ha quedado retenido en la hendidura de los ojos. Y en ciertas zonas, como los ángulos que forman el peinado, la frente y las orejas, se advierte que, sobre el engobe blanco, se aplicó otro con negro de carbón. Ambos están ya muy desvanecidos, y es difícil saber si el negro cubrió la piel en su totalidad, o acaso se fue aclarando hacia un gris en las zonas ahora perdidas.
En cuanto al arreglo en la zona del pelo, no se trata de un turbante, que fue común en estas piezas, sino más bien de un peinado que sobresale notoriamente por encima de la frente. Las líneas dibujadas en la parte superior nos indicarían que se trata del pelo, que efectivamente cae hacia adelante, y no un gorro u otro tipo de tocado. En lo que sería el fleco, el peinado parece terminar con una serie de cuentas, como si fueran caracolillos.