Azulejo estilo polícromo poblano, elaborado a finales del siglo XX en barro rojo, cubierto de esmalte estannífero brillante, con un motivo floral al centro rodeado de una cenefa vegetal, copiado con plantilla y quemado con trípodes.
Corresponde a un cuadro de azulejos de repetición, con fondo estannífero y decoración en colores azul cobalto, amarillo, naranja y verde, con un motivo de flor blanca sobre fondo azul en el centro, rodeado de una cenefa vegetal en colores verde y anaranjado, con detalles de repetición geométrica en la esquina para armar un rombo al centro.
Pertenece a la serie de azulejos de finales del siglo XX. Es el azulejo que más se repite en el espacio, puede observarse en el piso, en combinación con el uso del adoquín, aunque también está presente en el muro de la estufa.