La Costa del Golfo de México, en específico el actual estado de Veracruz, constituyó un crisol de sociedades. Allí se desarrollaron complejos culturales con una variabilidad plástica, iconográfica y simbólica notable.
La pieza que aquí se describe corresponde a un ejemplo de esa variabilidad artística, pues estamos hablando de una figurilla antropomorfa, una mujer. Esta pieza fue manufacturada mediante la técnica de modelado manual con algunas aplicaciones, colocadas mediante pastillaje. Fue confeccionada en un tipo de barro café claro sobre el cual, en el pecho y los pies de la mujer, se le colocó un baño de pintura roja.
Nuestro personaje se encuentra en posición erecta. Tiene en su rostro la representación de ojos tipo “grano de café” y una nariz prominente. Presenta en su cabeza un tocado que se forma de una banda lisa y sobre esta, un atado que al parecer corresponde a una trenza. Porta unas grandes orejeras circulares y un collar compuesto por tres bandas lisas, sobre su cuello. Presenta el torso y su sexo desnudo por lo cual sabemos claramente que se trata de una persona de sexo femenino.
Es factible por las características ya señaladas que esta obra pueda ubicarse en la tradición alfarera de la costa central de Veracruz, específicamente en el asentamiento prehispánico de Remojadas. Este importante sitio tuvo su desarrollo histórico en la transición entre el ultimo milenio antes de Cristo y el primero posterior a este. El asentamiento ubicado en la parte centro-sur del estado de Veracruz en la denominada zona semiárida central, muestra un desarrollo cultural marcado por un destacado trabajo cerámico. Se tienen allí formas que aluden al ser humano y entidades zoomorfas con una notable plasticidad y a la vez sencillez en su manufactura.
En el caso de la mujer representada en esta pieza, es de notar la desnudez de su figura, destacando los rasgos anatómicos y la riqueza de sus elementos icnográficos que evidencian su manifiesta posición social en el contexto social de Remojadas. El rojo que acompaña a estos elementos también requiere atención. Este tono en la tradición cultural mesoamericana tiene múltiples significados entre los que destacan el calor, el fuego, el sol y desde luego la sangre y el líquido precioso. También era un color asociado con los puntos cardinales del universo, particularmente el Norte y el Este. La hematita, el cinabrio y la cochinilla eran entre otros, las fuentes de origen del rojo que ha sido localizado en contextos arqueológicos como pintura corporal y desde luego en cerámica.
Esta pieza, en resumen, alude a la importancia de la mujer en el México antiguo y nos remite a su papel como parte primordial de las sociedades clásicas de la Costa del golfo, pues su iconografía y elementos aluden a su importancia y valía como parte de la sociedad.