Una gran mayoría de las vasijas y figurillas que conocemos del Preclásico provienen de un contexto funerario. Esto es indiscutible cuando las piezas proceden de una excavación, donde los objetos están asociados a un esqueleto. Pero, en otras ocasiones, esto se puede suponer, ya que en las figurillas quedan restos de pigmento rojo, el cual era utilizado para cubrir todo el entierro.
Este es el caso del lote de figurillas 318, el cual representa a dos mujeres sedentes. La primera pieza tiene la cabeza con deformación craneal oblicua. Una pequeña saliente en la parte superior indica el indicio del tocado, el cual tiene en la parte superior una forma rectangular alisada colocada al pastillaje. Los ojos son creados con incisiones y tienen un pequeño orificio en el centro simulando el iris. La nariz está realizada con un prisma triangular formado por pastillaje, mientras que la boca se forma con una incisión horizontal. A los lados de la cabeza se colocaron dos rectángulos al pastillaje, los cuales tienen una perforación en la parte inferior.
La pieza carece de cuello, por lo que la cabeza se une de inmediato con el cuerpo. Tiene anchos hombros de donde salen dos formas semicónicas que se curvan y se apoyan en los muslos de la pieza. A la altura de los pechos, dos pequeñas protuberancias representan los senos y, en el vientre, un orificio simula el ombligo. En la parte inferior, la pieza presenta dos piernas extendidas hacia los lados, las cuales se crean con formas semicónicas.
La figurilla presenta huellas de cocción en la pierna y en el brazo izquierdos, mientras que tiene restos de pigmento rojo en las orejas y en el brazo izquierdo mayoritariamente, lo cual nos indica su procedencia de un contexto funerario.
Por su parte, la segunda figurilla tiene muchas semejanzas con la primera. La cabeza muestra deformación craneana oblicua, creada de una forma rectangular y, en la parte superior, una pequeña saliente indica el tocado, el cual tiene tres formas rectangulares alisadas: una al centro y dos a los lados, colocadas al pastillaje. Los ojos están creados por pequeñas incisiones y, en el centro, se encuentra un pequeño orificio que simula el iris. Las cejas están formadas por pequeñas salientes verticales de donde surge un prisma triangular que representa la nariz, mientras que la boca está realizada por una línea incisa horizontal. A los lados de la cabeza se encuentran dos formas rectangulares que simulan las orejas y en su parte inferior están dos formas cilíndricas huecas que representan las orejeras de la mujer.
La cabeza se une con el torso, el cual es creado con unos hombros anchos de los cuales salen gruesa tiras a manera del brazo que llegan a los muslos. A la altura del pecho se pueden ver dos pequeñas protuberancias que simulan los senos y un orificio representa el ombligo, que además sirve para que la pieza no se quiebre en el proceso de cocción.
De la parte inferior del pecho surgen dos formas cónicas divergentes las cuales simulan las piernas extendidas hacia los lados del personaje. La pieza cuenta con nubes de cocción en el pie izquierdo y en el hombro derecho. Asimismo, se alcanzan a distinguir restos de pigmento rojo en la frente del personaje, en los adornos del tocado y en las orejas, lo cual indica también su procedencia de un contexto funerario.
Es de resaltar, además de la procedencia de un contexto funerario de la pieza, que los rasgos del rostro: ojos entreabiertos, nariz pequeña y una boca recta y seria, junto con un tocado tipo casco, nos ayuda a identificar esta figurilla como una pieza del Preclásico medio.