Azulejo polícromo elaborado en barro rojo, cubierto de esmalte estannífero brillante, con repetición de un motivo floral, sin evidencia de quema con trípodes.
Corresponde a un cuadro de azulejos de repetición de influencia italiano-sevillana, con fondo estannífero en amarillo y decoración polícroma, armados para integrar una flor central rodeada de ocho pétalos, de los que a su vez brota un nuevo motivo floral. Se encuentra ubicado en el muro que da acceso al antiguo traspatio, así como en el espacio que corresponde a la despensa.
Forma parte de la serie de azulejos coloniales polícromos; es una pieza de valor histórico y de buena calidad. Existen ejemplares originales in situ en la fachada de la Casa de los Muñecos, el arco de entrada del convento de Santo Domingo y la Iglesia del Carmen, entre otros.