Fragmento de decoración labrada con elementos reconocibles de la cultura maya, como la zona ovalada y achurada (líneas trazadas cruzadas), así como las sinuosas volutas que pudieron formar parte de alguno de los diseños que los mayas emplearon para figurar cerros, montañas y en ocasiones también espacios acuáticos con nenúfares que se acompañaban de elementos similares.
Realmente es imposible determinar a qué parte de la escultura original perteneció; podría ser de la región del Usumacinta, aunque es difícil de definir la región porque los rasgos son característicos de varias áreas.