Plato extendido semihondo, probablemente sopero. Elaborado en barro café claro de consistencia fina con la técnica del torno y quemado con trípodes, ya que tiene evidencia de marcas en la parte exterior, dentro del disco.
Tiene esmalte brillante color crema levemente craquelado; fue pintado con los colores tradicionales poblanos: naranja, verde, amarillo y azul.
Al centro de la pieza tiene una flor de clavel pintada a mano alzada en color naranja, con vegetación polícroma en su contorno. En el disco se repite el dibujo del clavel en aplicación horizontal.
Hace juego con otras piezas del mismo Museo Amparo, tal vez parte de una misma vajilla. En el Museo José Luis Bello y González hay piezas del mismo tipo que también indican que se hacían vajillas con esa propuesta ornamental.