Tazón polícromo, de posible uso colectivo por sus dimensiones. Fue elaborado en barro rojo, torneado, con aplicación de esmalte brillante y quemado con trípodes, de acuerdo a las marcas presentes al interior del tazón. Al interior, sobre el fondo blanco estannífero se observa la leyenda en negro "Prov. a de Cat. as", sin identificar.
Se observa el uso de una plantilla para realizar la copia de las flores en la banda horizontal exterior. Está decorado con motivos vegetales en color negro, sobre una banda central horizontal con fondo amarillo. La aplicación de dicho fondo es poco común en la talavera, por lo que pertenece a la etapa de experimentación con nuevos colores en el fondo, en mezcla con el esmalte estannífero.
Enrique A. Cervantes en su libro Loza blanca y azulejo de Puebla de 1939, ubica un platón con fondo amarillo y una mujer delineada en negro, con aplicación similar a la del tazón, fechándolo como de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Dicha pieza forma parte de la colección del Museo José Luis Bello y González, catalogada por Pérez de Salazar, con la misma temporalidad propuesta por Cervantes.