El mayor auge cultural del periodo Preclásico se ve reflejado durante la fase Manantial, la cual se muestra no sólo en las vasijas cerámicas, sino también en las figurillas. Las formas cerámicas se caracterizan por su estética y técnica. Las que se están presentando son geométricamente perfectas, simples y elegantes. En cuanto al acabado de superficie es pulido con mucho más cuidado y esmero, resaltando los diseños incisos en las piezas. Éstas por sus características, se utilizaban como parte del ajuar de los entierros, las cuales han llegado hasta nuestros días y nos han permitido reconstruir la vida cotidiana de esta época.
En cuanto a las figurillas, sobresalen las representaciones femeninas; sin embargo, también se elaboraron jugadores de pelota, hombres pequeños semejantes a enanos, personajes que parecen representar magos o hechiceros, asimismo se han localizado figurillas con características y facciones que exhiben alguna enfermedad. De la misma manera, se han detectado piezas donde se aprecia la libertad en cuanto a las posturas y la representación de emociones, como son el amor maternal donde se muestra mujeres con sus hijos y mujeres cargando a sus perros.
Por lo que las piezas no siempre fueron elaboradas con un fin estético, sino con el objetivo de recrear lo fenómenos trascendentales de la vida cotidiana y sagrada de los pueblos. Ejemplo de esto es esta figurilla donde se distingue la libertad de la postura, ya no de pie y con los brazos extendidos y rígidos, sino una que demuestra la relajación de la vida cotidiana por la postura que presenta.
Esta pieza con acabado de superficie alisado corresponde a un personaje sentado, cuyo cuerpo está un poco inclinado hacia atrás, sus brazos se encuentran extendidos hacia enfrente mientras que sus manos descansan en las rodillas, sus piernas se observan flexionadas, y sus pies no están definidos. La parte superior de su cabeza es alargada, su cara mira hacia enfrente, los ojos son igualmente alargados y fueron detallados por medio de la decoración en incisión, en el caso de las pupilas fueron realizados por punzonado. La nariz es alargada y pequeña, tiene la boca abierta y fue realizada por medio de incisión. Las cejas están caracterizadas por una sola línea en forma de “V” y fueron elaboradas por medio del reborde para resaltar la expresión de la cara.
Su peinado resaltado por líneas incisas consiste en un mechón redondeado en la frente, mientras que de lado derecho se aprecia el cabello largo que le llega hasta la sien, del lado izquierdo da la apariencia de que está recogido o trenzado. Como parte de su atavío se distinguen pequeñas orejeras elaboradas por medio del pastillaje. Se observa la presencia de pigmentos rojo o amarillo, en el caso del tono amarillo se encuentra distribuido en algunas áreas la pieza, mientras que el rojo se exhibe en la parte posterior de la cabeza y en la nuca.
Lo especial de esta figurilla es como ya se mencionó anteriormente es la libertad en cuanto a la postura y la expresión, por el tamaño posiblemente se trate de un niño en postura de descanso, recreando con esto la población infantil de esta etapa.