En Aquel que inventa, reduce y combina formas que resultan en algo ajeno a la propia naturaleza se pueden observar una serie de imágenes en blanco y negro en las que prevalece la abstracción y la contradicción entre formas naturales y elementos tecnológicos, como una televisión. Con esta pieza, Jorge de la Garza buscó llevar por primera vez su trabajo en collage a un formato tridimensional, a través de un dispositivo de montaje similar al de una vitrina comercial.
El eje central de la instalación es una máscara de la Cultura Mezcala (Guerrero, Michoacán, Morelos, 500 a.C – 1000 d.C.), originalmente expuesta en el Museo Nacional de Antropología, que fue una de las pocas civilizaciones en Mesoamérica en donde las representaciones de su cosmogonía favorecieron un estilo mucho más abstracto y alejado de la naturaleza. Para el artista, esto constituyó un punto de partida para desplegar el registro visual de distintas formas y figuras ambiguas: si bien la ausencia de color en las imágenes provoca un efecto de unidad visual, los diferentes enfoques contraponen las nociones de lo natural frente a las dinámicas mercantiles.
Con base en el Libro de los Pasajes de Walter Benjamin, De la Garza busca detonar una reflexión en torno a un entendimiento desencantado de la historia y la cultura por efecto de fenómenos como la masificación y el auge del comercio, que han caracterizado a la modernidad desde inicios del siglo XX. La referencia textual a esta obra se refleja en la vitrina de cristal dispuesta a manera de los anaqueles de las grandes galerías comerciales que, para Benjamin, representaban el nuevo espíritu de una época que perdía el sentido humano de su propia historia.
Es en este mismo contexto en el que las imágenes de esta instalación, a partir de sus diferencias —a veces figurativas y otras abstractas—, exponen el contraste entre los objetos propios de la naturaleza y las referencias a la cultura de masas. El pequeño recuadro que muestra una multiplicidad de ojos, por ejemplo, difiere de la abstracción de la máscara, al tiempo que alude a una serie de miradas homogéneas y dirigidas por los dominios del espectáculo y el consumismo.
En un periodo previo a la existencia del cine, los espectáculos para las masas eran principalmente aquellos que involucraban presentaciones de magia. En este sentido, De la Garza retoma la idea de la fantasmagoría como una metáfora para abordar las ilusiones que pueden provocar las imágenes y su exposición como productos de la mercancía.
Como es común en su trabajo, para esta pieza De la Garza utilizó recortes de libros de segunda mano con diferentes temáticas, para posteriormente reunirlos en lo que Benjamin en la obra antes mencionada definió como «Constelación»: «las ideas son a los objetos como las constelaciones a las estrellas».
AC, septiembre 2020.
Referencias
-Conversación directa con el artista