Estas dos figurillas representan una escena poco común en el arte de Tlatilco: un hombre cargando a un pequeño personaje con un mecapal. El sexo del cargador puede inferirse por la ausencia de senos y por el porte del máxtlatl pero también por la manera de cargar. Cuando se reconoce con toda claridad que se trata de una mujer con su niño, o bien lo apoya sobre su cadera o sobre su regazo amarrado en una cuna.
El hecho de que el cargador sea masculino nos lleva a cuestionar la naturaleza del pequeño personaje: más que un pequeño niño, podría más bien ser una efigie divina y el cargador sería un personaje de alta jerarquía en una escena similar a las se conocen en obras tardías, como por ejemplo, la Tira de la Peregrinación.