Este botellón de silueta compuesta forma parte de las vasijas que atestiguan la influencia del tercer componente de la cultura tlatilca, originario del Occidente y de lejanas tierras sudamericanas. La unión entre el alto cuello y el hombro está marcada por un profundo surco. Previas al pulimento de la superficie, las incisiones profundas y anchas se agrupan en paneles con líneas oblicuas que alternan con paneles triangulares lisos.