Esta pieza pertenece a la tradición Capacha del Occidente de México. Aunque el sitio arqueológico principal de esta tradición, que lleva el mismo nombre, se ubica en las cercanías de la ciudad de Colima, la distribución geográfica de la cerámica estilo Capacha es mucho más amplia, se extiende a lo largo de la costa del Pacífico abarcando seis estados mexicanos actuales, a saber, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero. Es el horizonte cerámico más antiguo de la zona.
La forma más característica del estilo Capacha es una vasija que se divide horizontalmente con cintura, se conoce como una imitación de la forma de bule o guaje. Las partes globulares suelen estar decoradas por medio de incisiones de líneas o puntos aplicados antes de la cocción. La forma más común de la vasija con forma de bule es de doble cuerpo con la boca amplia.
Esta pieza tiene triple cuerpo globular con cuello largo que es una variante del bule. Las vasijas con boca de estribo y las llamadas “trífidas” (vasijas que tienen tres cubos que conectan el cuerpo superior con el inferior) son otras formas diagnósticas del estilo Capacha. Salvo la vasija en forma de bule que todavía se usa por los campesinos para transportar líquidos al campo, las otras formas no son funcionales. Posiblemente sus formas tienen connotación simbólica y religiosa.
No se sabe mucho sobre el origen de la cerámica Capacha. Se piensa que los creadores de dicha cerámica llegaron de fuera de la zona. Por la semejanza formal con la cerámica de la cultura Machalilla de la costa de Ecuador, Isabel Kelly, pionera de la arqueología del Occidente de México, piensa que la cerámica Capacha tiene su origen en dicho sitio en Sudamérica y llegó a la costa del Pacífico a través de contactos marítimos. Asimismo, se observa afinidad tanto en forma como en decoración con la cerámica de la cultura Tlatilco del Altiplano central de México por lo que sugiere una estrecha relación entre ambas culturas.