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Cajete hondo | El tiempo en las cosas II. Salas de Arte Contemporáneo | Museo Amparo, Puebla

Cajete hondo

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Cultura Zapoteca
Región Oaxaca
Período Preclásico
Año 1200-200 a.C.
Técnica

Barro modelado, alisado y acanalado

Medidas 7.5   x 11.8  cm
Ubicación Salas de Arte Contemporáneo. Piezas Prehispánicas
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 192
Investigador
  • María Isabel Álvarez Icaza

Esta pequeña vasija muy posiblemente fue de uso personal. Tiene cualidades que la hacen ser un buen contenedor de líquidos, por lo que podría decirse que se trata de un vaso. En las antiguas culturas mesoamericanas se hizo una gran variedad de vasijas de grandes y pequeñas dimensiones hasta llegar a las miniaturas, u ollas de gran tamaño para almacenar granos y agua, entre otras cosas. Éstas variaron de acuerdo al material, a la técnica y al decorado, pero también en su función. Normalmente las que se conservan en buen estado, proceden de ofrendas en tumbas de personajes importantes de la sociedad que las creó.

La alfarería muestra el paso del ser humano en el tiempo y el espacio. Debido a la gran durabilidad, la cerámica, que se hace con el barro que queda al alcance de los alfareros, es un material de primera mano en cuanto a su procedencia geográfica, ubicación temporal, estilo y simbolismo, expresados en sus formas y decoración.

El descubrimiento de las propiedades del barro y su transformación con medios físicos, como la exposición al fuego, seguramente pasó por un largo período de experimentación, observación y de prueba y error. El profundo conocimiento de sus cualidades materiales y las técnicas desarrolladas en una larga experimentación, han logrado que muchos de los ejemplares que se conocen del mundo sean de tal expresividad y delicadeza que se consideran obras de arte.

La función que las vasijas tuvieron, en primer lugar, fue para solucionar un problema práctico de las sociedades sedentarias agrícolas: crear un contenedor duradero, resistente y de preferencia impermeable, para contener alimentos, bebidas o como parafernalia ritual en ceremonias políticas y religiosas.

Algunas piezas como la que se muestra, son más sencillas y sin decoración; pero su acabado brillante y terso, su simetría, la acanaladura y el bruñido de la pieza, revelan que este fino vaso seguramente fue usado por personas de la élite, tanto para su uso cotidiano, como quizá en algún acontecimiento especial, a juzgar por su estado de conservación.

Este tipo de objetos eran muy apreciados y muchas veces formaban parte de una vajilla personal que usó un dignatario o algún personaje de alto rango durante toda su vida. Cuando estas personas morían, eran enterrados con muchos objetos, entre los cuales son muy comunes las vasijas de barro, pues acompañaban al personaje en su viaje al inframundo. Esa es una de las razones por las que algunas se conservan completas, otras, sin embargo, están fragmentadas, y en la mayoría de los casos, son tepalcates.

El barro café muy claro y el engobe blanco son muy comunes en la Costa del Golfo. Se ha encontrado este tipo de vasijas en esta región, datadas en el Preclásico medio, tanto por su forma, como por su pasta y su acabado. Este cajete es muy semejante a los que se fabricaron en La Venta, Tabasco. Es posible que fueran también artículos que se encontraran de forma aislada en alguna otra región, en la que se sabe existía presencia olmeca, como en los Valles centrales de Oaxaca o en la Altiplanicie central de México.

 

2 Sur 708, Centro Histórico,

Puebla, Pue., México 72000

Tel +52 (222) 229 3850

Abierto de miércoles a lunes de

10:00 a 18:00 h

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