Este ejemplar consiste en una figurilla hueca que representa a un animal cuadrúpedo con un silbato integrado en la cabeza; conserva restos de engobe color crema, característico de las figurillas huecas olmecas del Preclásico medio. Para accionar el silbato es necesario soplar por un tubo, que representa la cola del animal, y de esta manera el aire se conduce a través del cuerpo de la efigie para llegar finalmente a un canal, no visible desde el exterior, que a su vez dirige el aire hacia el bisel.
Gonzalo Sánchez
En general, la manufactura parece menos cuidada que en otras piezas de la misma colección. La forma del cuerpo sugiere movimiento como si el animal estuviera brincando o corriendo. La cabeza es extraña, no parece de un mamífero pero tampoco es humana; más que una boca o un hocico, parece tener un pico de ave y las orejas son extrañas protuberancias con profundas incisiones.
Lo más relevante es el instrumento sonoro sobre la cabeza, es una sola gran esfera engarzada en un orificio sobre lo alto de la cabeza del animal por lo que fue pensado para producir un sonido muy distinto. Podemos por lo tanto concluir que los artífices de esos ingeniosos instrumentos tenían interés en diferenciar las obras no solamente por sus formas y eventualmente el simbolismo que les era asociado, sino también por los sonidos que producían.
Al respeto, es interesante notar que en las excavaciones arqueológicas, se pudo reconocer a un adolescente músico por el conjunto de los objetos de barro que lo acompañaban; fue enterrado con dos vasos o protovasos silbadores, en este caso bajo la forma de figuras femeninas huecas del tipo D3 con las esferas en las extremidades de las piernas, además de dos silbatos aviformes, una maraca y un presunto omichicahuaztli, idiófono de ludimiento (similar a un raspador), hecho quizás sobre una asta de venado. Para completar el ajuar del artista del cual no se pudo determinar el sexo, una máscara sonriente de terracota pintada completaba el panorama del tipo de festividades y dramatizaciones en las cuales se usaban los singulares vasos silbadores de Tlatilco.
Marie-Areti Hers