Este grabado está basado en el género iconográfico conocido como rueda calendárica, del que se conservan numerosos ejemplos elaborados entre los siglos XVI y XVIII, en este caso tomando el modelo de la obra del sacerdote jesuita Francisco Javier Clavijero, nacido en el Puerto de Veracruz en 1731 y exiliado en Bolonia a partir de 1767, en donde redactó su Storia Antica del Messico, publicada por primera vez en 1780 y posteriormente en inglés en 1787.
John Chapman, uno de los grabadores ingleses más talentosos de finales del siglo XVIII, elaboró una adaptación del calendario indígena de tradición nahua al formato circular, con el objetivo de exponer, de forma didáctica y clara, la compleja articulación del tiempo en relación con el espacio.
La rueda calendárica del grabado muestra en su centro los glifos de los años 1-Caña, 2-Pedernal y 3-Casa. Un segundo círculo contiene la representación del ciclo de las lunaciones a la manera europea, pretendiendo vincularlo con las veintenas indígenas. Por último, la rueda exterior representa los cuatro glifos portadores del año que se repiten trece veces: tochtli, conejo; acatl, caña; técpatl, pedernal; y calli, casa. Enmarcando toda la rueda se representó a una serpiente. Este elemento no es indígena sino que pasó a la tradición occidental a partir de la concepción del tiempo en la antigua Grecia: el uróboros, o serpiente que se muerde la cola, que simboliza el ciclo eterno de las cosas.
Este grabado está basado en el género iconográfico conocido como rueda calendárica, del que se conservan numerosos ejemplos elaborados entre los siglos XVI y XVIII, en este caso tomando el modelo de la obra del sacerdote jesuita Francisco Javier Clavijero, nacido en el Puerto de Veracruz en 1731 y exiliado en Bolonia a partir de 1767, en donde redactó su Storia Antica del Messico, publicada por primera vez en 1780 y posteriormente en inglés en 1787.