La ausencia de materiales pétreos en la región de La Mixtequilla, y en general, en el centro-sur y sur de Veracruz, impulsó el manejo de las arcillas, limos y arenas para el desarrollo de la arquitectura, desde por lo menos el Protoclásico (100 a. C.-300 d. C.). Esta característica del medio fue muy importante para la elaboración de esculturas de terracota, las cuales pueden encontrarse en gran variedad.
Durante el Clásico Tardío en el Centro Sur de Veracruz se desarrolló una especialización en la elaboración de esculturas de terracota de tamaños diversos, incluso con dimensiones aproximadas a una persona (1.50 m), de ahí que se encuentren esculturas antropomorfas bien detalladas en cuanto a los rasgos corporales que las componen.
Las características faciales de estas piezas son típicas de los rostros encontrados en las esculturas en terracota de La Mixtequilla, que buscan representar estos rasgos parcialmente realistas, como ejemplo se tienen las esculturas obtenidas de la excavación de Manuel Torres en el sitio de El Zapotal a principios de la década de 1970.
Las piezas están moldeadas en su parte frontal (rostro) con detalles modelados y aplicaciones al pastillaje, en su parte posterior y lateral es posible observar la unión de cierre de la placa que da forma a la cabeza, algunas presentan también.
Ésta corresponde a la cabeza de una figurilla con dimensiones de 10 cm de alto y 11 cm de ancho, por relación corporal con las proporciones 1:3 (relación cuerpo-cabeza) de las esculturas registradas en La Mixtequilla, la altura total de esta pieza rondaría los 40 cm si se encontrara de pie.
La técnica de elaboración es moldeada y modelada con acabado alisado, el color de la pasta es café con mancha de ahumado al centro de la cara y al costado superior izquierdo, el interior es hueco con orificio de escape de calor rectangular en la parte posterior, el cuello es sólido en su unión con el cuerpo.
La forma de la cabeza es plana en su parte superior y posterior, el rostro es de forma cuadrada con el mentón plano; Los ojos son semioblicuos, están casi cerrados y pintados de negro por chapopote, tiene los párpados presentes; no presenta pupilas y tampoco se observan las carúnculas lagrimales, pero sí la marca de los arcos superciliares; en la nariz no se observan las fosas nasales, es totalmente plana la columela, el puente y el dorso nasal es grueso hasta llegar a la punta de la nariz que está rota y las aletas nasales son gruesos; la boca está ligeramente abierta y también tiene restos de chapopote, los labios son delgados y no es visible el surco subnasal, presenta prognatismo; en los rasgos se puede apreciar que tiene marcados los surcos nasogenianos; la forma de la oreja es plana, a pesar de estar rotas se observa el hélix, el antihélix marcados, pero no son visibles los lóbulos.
En los adornos se observa que las orejeras son esféricas al pastillaje, no tiene cabello marcado, pero presenta una banda horizontal gruesa y con poca protuberancia. La banda presenta pintura café en la parte inferior, así como tres adornos escalonados marcados por la línea de contorno.
La ausencia de materiales pétreos en la región de La Mixtequilla, y en general, en el centro-sur y sur de Veracruz, impulsó el manejo de las arcillas, limos y arenas para el desarrollo de la arquitectura, desde por lo menos el Protoclásico (100 a. C.-300 d. C.). Esta característica del medio fue muy importante para la elaboración de esculturas de terracota, las cuales pueden encontrarse en gran variedad.