Entre las figurillas de la cultura Tlatilco, su variante D2 acentúa la desproporción entre una cabeza muy grande y un cuerpo diminuto. El modelado del cuerpo es más somero sin por eso omitir los senos que se representan redondos y sin pezones. Como es común en esa tradición escultórica, y a pesar de las dimensiones muy reducidas de la pieza, se detalla cuidadosamente un peinado complicado. Por las incisiones que lo cubren, el pelo parece ensortijado y ha sido amarrado en lo alto de la cabeza para formar una trenza volteada hacia delante. Cuando se ve la parte posterior de la diminuta figurilla, parece que el escultor le quiso dar un toque humorístico por el tamaño desproporcionado de los glúteos.
Entre las figurillas de la cultura Tlatilco, su variante D2 acentúa la desproporción entre una cabeza muy grande y un cuerpo diminuto. El modelado del cuerpo es más somero sin por eso omitir los senos que se representan redondos y sin pezones. Como es común en esa tradición escultórica, y a pesar de las dimensiones muy reducidas de la pieza, se detalla cuidadosamente un peinado complicado. Por las incisiones que lo cubren, el pelo parece ensortijado y ha sido amarrado en lo alto de la cabeza para formar una trenza volteada hacia delante. Cuando se ve la parte posterior de la diminuta figurilla, parece que el escultor le quiso dar un toque humorístico por el tamaño desproporcionado de los glúteos.