Estudió fotografía en la afamada Academia de Arte de Düsseldorf bajo la tutela de Bernd y Hilla Becher, quienes crearon la primera cátedra de fotografía artística en 1976, y de la cual surgió la llamada Escuela de Düsseldorf, orientada hacia una “nueva objetividad”, una búsqueda de la realidad sin interpretaciones personales que se distingue por aplicar una perspectiva tipológica y serial a la representación de motivos cotidianos, aparentemente banales o casuales.
En 1982 Höfer egresó de la cátedra de los Becher y en esa época era la única mujer fotógrafa en un mundo de hombres. Inicialmente realizó algunas series fotográficas en formatos pequeños como Los turcos en Alemania, en la que refleja la vida de los trabajadores inmigrantes turcos bajo una línea documental, así como también fotografió zoológicos y museos etnográficos, siguiendo los lineamientos conceptuales de los Becher.
A partir de la década de los noventa, Candida Höfer comenzó a concebir la fotografía como un medio para retratar espacios interiores de edificios icónicos aplicando en sus tomas una metodología estricta: búsqueda de simetría; frontalidad de toma; punto de fuga; utilización de la luz existente en los espacios, sea natural o artificial, sin usar flashes o lámparas; al tiempo en que empezó a predominar su interés por fotografiar lugares públicos o privados (teatros, palacios, bibliotecas, museos, salas de espera, auditorios, iglesias) en ausencia total de la presencia humana.
En el Museo Amparo, su obra se presentó la exposición temporal Candida Höfer en México (2018).
Fotografía: https://www.alejandradeargos.com/index.php/es/completas/9-invitados-con-arte/507-entrevista-a-candida-hofer
Actualizado: 27 de agosto de 2024