La obra de Gordon Matta-Clark posee una multidimensionalidad expresiva y complejidad formal en un Nueva York dominado por el reduccionismo del Minimal y el Arte Conceptual. El artista desarrolla su producción en el arte de acción, la objetualización del espacio compartido por la escultura y la arquitectura, y sobre todo al redefinir la idea de paisaje como lugar interactivo donde conviven lo social, lo histórico, lo ideológico y lo natural. Matta Clark demuestra que en el paisaje urbano es posible fusionar la materia, la forma, la percepción y la idea. Tras un periodo dedicado al estudio de la arquitectura, inició el camino como artista visual, convirtiéndose en uno de los artistas conceptuales más importantes de la segunda mitad del siglo XX.