El rastro de la serpiente es la extensión de un cuerpo de trabajo resultado de los viajes realizados por Latinoamérica y el sur de Estados Unidos a lo largo de cinco años. Maya Goded emprendió el camino por los estados de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Jalisco, Quintana Roo y Yucatán. Cruzó la frontera norte para llegar a Nuevo México y en Panamá, recorrió la selva. En los dos últimos años de su búsqueda viajó extensamente por el Triángulo del Litio, entre el desierto de Chile y la comunidad minera de Bolivia.
Esta videoinstalación inició en 2018 como un proyecto colaborativo en el que participaron activamente habitantes de los lugares que la artista visitó. Además de las imágenes de su autoría, la artista trabajó con materiales de archivo, sus diarios personales, apuntes y cuadernos de viaje. El rastro de la serpiente busca explorar otras narrativas que permitan expandir su visualidad.