Los biombos chinos de laca se popularizaron tanto en Europa como en América de mediados del siglo XVII en adelante. Los hubo de distintos tamaños, precios y calidades y dieron lugar a varias imitaciones. En el ámbito local, su popularidad se prolongó durante el siglo XIX y aún el XX, como demuestran los ejemplares de la Colección del Museo Amparo.