EXPOSICIÓN SOLAR Contra la institución y viejos sistemas del arte Con la intención de mostrar un panorama de la plástica mexicana, el INBA organizó la Exposición Solar 1968 con motivo de la XIX Olimpiada. La convocatoria generó gran polémica debido a que los criterios de participación demostraban una total falta de entendimiento del arte contemporáneo, pues la inscripción de las obras se dividía a partir de técnicas tradicionales (pintura, escultura, acuarela) y además se otorgarían premios. Un grupo pequeño de artistas, como Manuel Felguérez, Brian Nissen, Vicente Rojo y Kazuya Sakai, decidieron no participar y formaron un grupo disidente como protesta contra la institución y las viejas estructuras. Este hecho marcó el viraje hacia una primera acción colectiva y autogestiva que se distanció de las instituciones del Estado y que dio pie a la creación del Salón Independiente. Con el apoyo del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, en la Exposición Solar se premiaron y adquirieron quince obras para el Museo de Arte Moderno, gran parte de ellas se exhiben ahora en esta sala. En opinión de la prensa, la muestra resultó ser un conjunto abigarrado de trabajos disímbolos y contrastantes en los que prevaleció la innovación como criterio de selección.