El fragmento que vemos fue recortado y desprendido de la pared del conjunto hoy conocido como Techinantitla, y formó parte de un grupo de figuras en el que había otras aves, serpientes, árboles, signos calendáricos y otros motivos. El color verde, la cresta y la cola nos permiten identificar al quetzal, un ave tan importante para los teotihuacanos que el tocado insignia de la ciudad estaba coronado con plumas de quetzal. Estas plumas se asociaban con la vegetación y también con la riqueza y el poder.