La Catedral de Puebla, consagrada en 1649, tuvo varios momentos constructivos y varias reconstrucciones, y quedan de ellos algunos testigos artísticos, pero también infinidad de testimonios escritos que sirven para analizar y recuperar esa parte de la historia del arte de Puebla y de México. A su vez, es importante recuperar un patrimonio poco atendido en la historiografía del arte mexicano, como es el de los textiles, de ​los que la Catedral de Puebla conserva un legado de más de tres siglos con testimonios de primera fila, de talleres angelopolitanos, así como mexicanos, españoles y europeos.

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