La historia de la Inundación como creadora-de-mundos es de hecho, la historia del barro. La Ciencia y la Religión convergen en el lugar en que tierra y agua se encuentran. Si el barro tuviese su propia memoria, ¿qué es lo que consideraría importante recordar?

Pero algo del antiguo asombro permanece, de la misteriosa fuerza del barro: no es tierra ni agua, sino ambos y ninguno. El lugar en el que las dos orillas del mundo se encuentran. Ni líquido ni sólido, el cambio perpetuo bajo nuestros pies.

Extraído de la obra, Of Men and Gods and Mud (2022)

Para responder a las enormes transformaciones ecológicas, tecnológicas y políticas que hoy moldean a la sociedad, se requiere imaginación y una sensibilidad fantástica. En la instalación de video multicanal De hombres y dioses y barro (2022), Ali Cherri visualiza la capacidad de metamorfosis del barro. Un material que, en su encarnar un espacio liminal entre la tierra y el agua, contiene un enorme potencial creativo. El barro ha persistido como un objeto de gran importancia material y mitológica a través de la historia, tanto como una herramienta esencial para la construcción, como la base de innumerables criaturas y las narrativas que les dan origen en diversas civilizaciones. Filmado en la Presa de Merowe, en el río Nilo al norte de Sudán, el video sigue a un grupo de fabricantes de ladrillos. La construcción de la presa —la mayor hidroeléctrica en África— a comienzos de los años 2000, causó el desplazamiento de más de 50 mil personas, revueltas sociales y una extensa destrucción del ecosistema circundante. Con esta imponente estructura de fondo, la humilde tarea de los trabajadores, de transformar barro en ladrillos, aparece como heroica y expres a las potencialidades que emergen entre la destrucción y la creación.